Gardner sostiene que el lenguaje es una “instancia preminente de la
inteligencia humana”, indispensable para la sociedad humana.
Asimismo advierte la importancia del aspecto retórico de la lengua, la
capacidad para convencer a los demás con el fin de que adopten un
determinado curso de acción y de su capacidad para recordar listas o
procesos por medios de las palabras.